Allí yacen, como es típico en los gatos, los dos magníficos ejemplares de su especie, robándote el corazón y la mente con su mirada mágica y cautivadora.
Dean Russo entiende a los gatos como ningún otro, y lo expresa de manera tan única en palabras e imágenes que casi empiezas a maullar mientras resuelves el rompecabezas.