Bajo la brillante superficie, la luz del sol baila a través del agua mientras las algas se mecen con la marea. En las sombras, un escurridizo Pulpo se mueve con sigilo, sus ojos vigilantes escrutan y sus delicados tentáculos buscan comida. Deslizándose evita los puntiagudos erizos de mar con la esperanza de capturar a su presa. La supervivencia es primordial. De repente, un borrón gris azulado: el Tiburón-gato estriado aparece. Un depredador con un único objetivo: atacar al Pulpo.
Cada uno tiene un camino hacia la victoria. El Pulpo es conocido por su astucia y adaptabilidad porque se va escabullendo por el tablero jugando las cartas y organizando sus bloques ocultos y revelados, ganando habilidad para camuflarse y engañar. El Tiburón es un depredador despiadado y decidido, vigila su territorio y trata de cazar al Pulpo lanzando dados y usando las habilidades especiales mostrando los instintos naturales y el comportamiento depredador que tiene. La partida puede terminar de varias formas: el Tiburón consigue atacar al Pulpo, el Pulpo sobrevive hasta que el Tiburón se agote, o comiéndose los cuatro mariscos.